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La cámara fotográfica de mi tatarabuelo en el siglo XIX

Es un hecho corroborado que las máquinas fotográficas y vetustas siempre han sido objeto de obtención en casi todos los ámbitos de la sociedad.

Cartel la obra cumbre de Leone


Sin ir más lejos, la cámara de mi tatarabuelo (fundador de la Saga Bujez) sirvió de atrezo en numerosas películas de la década de 1960 y 1970, etapas donde los retratos y sus numerosos útiles ya estaban totalmente instaurados en una sociedad mayoritaria, relegando al más absoluto olvido las primeras cámaras del siglo XIX...

Camara el bueno el feo y el malo 1968, saga Bujez XIX
Cámara - Saga Bujez, S.XIX


Entre los rodajes destacados se puede citar una de las grandes obras de Sergio Leone, "El Bueno el Feo y el Malo" de 1968.


La historia es tan simple como anecdótica: Sergio Leone que era amigo de mi abuelo, en una de sus tantas visitas a la zona granadina y tras uno de los acostumbrados coloquios entre ambos en el interior del estudio fotográfico, llegaron al acuerdo mutuo de usar la cámara como atrezo en su último film hasta el momento, eso sí, bajo un alquiler con precio simbólico y amistoso.

Interior


Cabe reseñar que en aquellos tiempos los presupuestos eran altísimos, al fin y al cabo, el equipo obtendría hasta cuatro veces más de lo invertido...


La escena en la que aparece el artilugio discurre en la primera hora y cuarenta y ocho, justo cuando Eli Wallach, en el papel de "Tuco Benedicto Pacífico Juan María Ramírez" baja del vagón del tren de reos esposado hacia la estación más cercana custodiado por un guardia... Es en ese instante donde podemos ver como un  fotógrafo inmortaliza a un elenco de militares antes de su despedida multitudinaria hacia el frente... dicha cámara es la citada, la de mi tatarabuelo, fundador y pionero.

Trasera con la tela característica


La cámara en sí está construida entre 1870 y 1890. El diafragma es de fabricación suiza y el objetivo, alemán. En el interior se encuentran los tanques de fijación y revelado. Aquí no hay pautas a seguir, aquí ejerce con vigor el refrán: "cada maestrillo tiene su librillo", sobre todo en el posterior procesado de la lámina.



El cajón oscuro, fue usado por varios descendientes hasta la etapa temprana de los años 50 y finales de la misma, que ya por razones obvias, se prefirió distintos soportes de negativo de medio formato paralelos a las placas de cristal en colodión húmedo, o la posterior pátina de gelatino-bromuro.


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