Hola camaradas, aquí sigo, empedernido en mi vesania musical, reflexionando sobre el fundamento filosófico he llegado al análisis y conclusión de que ya nada tiene sentido, mentalícense, los setenta ya pasaron, y con ellos, se llevó todo rastro de virtuosismo innato.
Al menos, durante nuestra estadía, es nuestra obligación percibir el enorme patrimonio heredado por los magnánimo... generación que como dijo Fran en su reflexión de hace unos días, no se volverá a repetir, y si hay algún intento de la misma, creo que nosotros no lo viviremos para contarlo.
Que Andalucía es terruño de arte y duende artístico, no es dogma subjetivo, es el axioma irrevocable y cualquier persona que niegue tal razón tan sólo por su achaque de marginación sureña, no es digna de respeto.
Y buscando entre mis vinilos alguna banda para reseñar, siempre reitero en la estadía de mi tierra, España, y dentro de esta, aún más en Andalucía, mi comunidad autónoma, orgullo de mi Graná, como "guaiseño" impetuoso.
Y centrándonos en lo susodicho, os traigo a Tabletom, la banda homóloga y por excelencia del ambiente hippie español.
Planteado en los albores de la medianía de 1974, en el Camping de la Chullera (Estepona), un grupo de ingleses cuyo origen eran de Gibraltar estaban buscando guitarra y voz mediante un anuncio en los periódicos, para formar una banda de trazos glam: botas de calado alto, aspecto cuidado, pelos cardados, ropa oscura y ajustada, exceso de maquillaje, cuero, gafas y adorno metalúrgicos.
A las pocas semanas Pedro Ramírez (Perico) se presentó uniéndose al que por el entonces era un terceto, instaurando el nombre de "Black World Creaction".
Roberto González (Rockberto), que acababa de regresar de Holanda en una gira de rumbas, se interesó y viajó hasta el bungaló al pie de la playa para realizar la audición, el tema a interpretar sería: Smoking in the Water de Deep Purple.
El cuarteto se quedó impresionado de su carisma, su vox rajada y ambiente espiritual distendido dado a los arduos placeres de la vida.
El quinteto hizo amagos de componer y llegar a un acuerdo, algo que no fue posible y un año después, Black World ya estaba desintegrada, a causa de gustos personales, cada integrante mecía por un género en particular, lo cual no se pudo llegar a la sinergia.
Durante ese periodo, Perico y Rockberto congeniaron muy bien, ambos malagueños y amantes de la filosofía Daevid Allen y su planeta Gong (banda que influenció en los temas posteriores de Tabletom de forma unánime), estaban dispuestos a empezar de nuevo compenetrándose a la perfección creando un género bajo la fusión de fusiones: Flamenco, rock progresivo, rock espacial, Jazz, Reggae, todo a ello entre altas dosis de alucinógenos.
Según las palabras de Rockberto "Vine de la gira de Holanda y me encuentro en el camping a los catetos con un pedazo de equipo que no lo había visto ni en los mejores repertorios del extranjero. Entre ese pedazo de equipo, y aquel sitio tan bonito, no había quien nos echara de allí, al final nos fuimos nosotros".
Una noche de juerga, a orillas de la playa, cual hippies sin tumbo en una anarquía idílica y vivencial sin precedentes, se quedaron desprovistos de estímulos artificiales y Rockberto vociferó "esto con un buen tabletom, se arreglaría todo", y perico con devoción afirmó "ese nombre no está mal para el grupo", a partir de aquí, nace la leyenda.
¿Qué es Tabletom?: el apelativo lo dice todo, un eufemismo de narcótico, "una buena tableta de chocolate", sí, esa humareda que se exhala en consonancia con la época que lo vio nutrir, digámoslo "en su pleno esplendor"... el regalito de dios, como decían Azahar.
Por estas fechas, tuvieron una anécdota realmente graciosa, según sus testimonios: "una noche a las 3 de la mañana, estábamos escuchando a Genesis (Selling England By The Pound) tumbados en la cama, y de pronto la policía rompió la puerta y entro en la habitación, con orden de desmantelar un laboratorio de ácido, al entrar tiraron el tocadiscos y la música se paró, y empezaron a gritar en nombre de la policía... nos registraron lo poco que podían, pues estábamos en calzoncillos y sólo encontraron pipas de fumar y muchos instrumentos".
La policía encontró un papel con el nombre de Tabletóm y un agente dijo: ¿Tabletom?, vaya nombre, ¿qué es tabletom?... y Rockberto les dijo "¿usted sabe inglés?, y el policía dijo: un poquillo, Y Rockberto le contestó: Tab significa oreja, let significa deja y om el mantra de los indios... la oreja deja al om".
En 1979, llevan al estudio los temas que fueron componiendo desde 1976, enrolando rápidamente al hermano de perico, José Manuel "Pepillo" en flauta, que por la época tan sólo tenía 16 años, Paco Oliver en la batería (aunque más tarde, su puesto sería sustituido por Salvador Zurita), Javier Denis en el Oboe y Saxos, Jesús Ortiz en el violín y el bajo, así como los dos restantes: Perico en guitarra y Rockberto en guitarra rítmica y voces.
Bajo las órdenes del productor Ricardo Pachón (quien trabajó para Lole y Manuel, Smash, Camarón de la Isla, Silvio, Pata Negra, Veneno, Rocío Jurado, etc.) fichan para la RCA, que desde el primer momento son reacios a su idiosincrasia, hecho que produjo en Tabletom, enormes problemas financieros, pues la discográfica estadounidense editó el vinilo de forma desprolija, sin apenas promoción y hecho final, no volvieron a renovarle el contrato.
En 1980 nace la maravilla consabida "Mezclalina", un álbum claramente anarquista en un mador de jazz y fusión sin paragón en la España del entonces. Con sonidos de la escena Canterbury y aunado a las sorprendes y virtuosas actuaciones en las que Rockberto se erigía como líder, los llevo a la fama moderada mediante el boca a boca... en Málaga ya eran el tótem.
Canciones como Ininteligible o Zero-Zero, nos hace trasportarnos a la Ibiza de la época y su sistemática de liberación social... sus calas de ensueño, el ambiente místico, la desazón de dolce far niente bajo el amor independiente, noches de fiesta con fuego y música, olor bucólico, aroma del incienso pachuli, ecos morunos, Andalucía en la mente, etc.
En 1984 nace Rayya, bajo su propia productora de casetes, paso sin pena ni gloria... pero nutriendo las necesidades más perentorias mediante los conciertos, que era el atractivo principal de la banda.
A pesar de su estructura interesante, respiraba el trasfondo comercial de la época con estructuras en bucle y pegadizas, bases reggaes, prospectos jazzísticos y gran dinamismo rítmico.
Ellos mismos citan "los ochenta fueron unos años que al principio no estuvo mal, pero después... fueron unos años muy chungos, vinieron moda que la música era muy fácil de tocar, los punkis, la movida, el new wave... y nosotros éramos muy hippies muy naturales, era otra actitud, la gente que sabíamos tocar, estábamos mal vistos... nosotros seguíamos en nuestro rollo, en el campo, nuestra forma de vivir".
Por esta época nace el proyecto paralelo "Rockberto y los Castigos" en un intento de adaptación a la nueva ola, (aunque ya se hacía notar ciertos atisbos con Rayya con métrica típicas de Alaska, Derribo Arias, Golpes Bajos, etc.), fue un fracaso absoluto, por lo que decidieron dar por finalizado su trabajo durante un tiempo considerable.
En 1990, Pepillo, Rockberto y Perico vuelven a sumar sus fuerzas rehabilitando de nuevo sus ensayos en el estudio privado de la banda.
Inoxidable, su tercero en estudio ve la luz en 1991 bajo una mejor producción, líricas poéticas ligadas a lo vernáculo, extractos de todo un poco en la línea de sus antecesores, incluso, una canción que se convierte en single de éxito "Me estoy quitando", una canción en honor a una entrevista que camarón dio para un periódico de prensa rosa, en el que a la pregunta que como lleva las drogas, el contesta "me estoy quitando".
A partir de esta canción surge un himno a nivel nacional, la amistad entre camarón y Tabletom, y posteriormente un sincretismo con los extremeños Extremoduro, quienes la versionean en su disco Agila de 1996.
Llegaron a participar en múltiples conciertos de fusión, como en la "Gira Histórica" con motivo de la autonomía de Andalucía, donde participaron Pata Negra, Kiko Veneno, María Jiménez, Carlos Cano, Alameda, Manuel Gerena, Silvio y Luzbel, y como no, el reciente contacto: Camarón de la Isla y Tabletón.
En 1996 surge el directo Vivitos... Y Coleando, una compilación de temas donde se puede ver a la banda en todo su ardor momentáneo frente a sus incondicionales seguidores.
En 1998, "La Parte Chunga", su cuarto en estudio adaptando un nuevo sonido precursor de la quinta y sexta placa "7.000 Kilos" de 2002, así como "Sigamos En Las Nubes" de 2008, con un cariz ecléctico bajo las letras del poeta coterráneo "Juan Miguel González".
Entre el bolero y la copla, el jazz y el reggae hippioso, ineludiblemente sonido y carácter de un entorno malagueño soterrado.
El 12 de junio de 2011, Rockberto deja el mundo terrenal para adentrarse como el mirlo azul, que él tanto definía, en la libertad perpetua.
A partir de aquí el Sumergible Neuronal pierde el rastro de la banda, aunque se sabe que, Tabletom volvería en 2016 con Luna de Mayo, bajo un nuevo cantante y la misma línea de sus antecesores proyectos, dando por hecho, un nuevo registro vocal que nos deja indiferentes quizás, por nuestro enorme apego al magnánimo.
A partir de aquí el Sumergible Neuronal pierde el rastro de la banda, aunque se sabe que, Tabletom volvería en 2016 con Luna de Mayo, bajo un nuevo cantante y la misma línea de sus antecesores proyectos, dando por hecho, un nuevo registro vocal que nos deja indiferentes quizás, por nuestro enorme apego al magnánimo.
¡MUERDE QUÉ ROLLO!, ¿NO?: Rockberto, siempre eterno.