Mick Taylor, Un paréntesis suave en la guitarra de Rolling Stones.-
Texto escrito por Cecilio Aguilera Nieto.
Fue una triste historia la que terminó con la vida de Brian Jones. El rubio guitarrista, como miembro fundador de la banda, siempre se encargó de organizar las actuaciones hacer las contrataciones y repartir el dinero. Cuando el resto de los miembros se enteraron de que se quedaba con más dinero, el que justamente le hubiera correspondido por su tarea de tour manager, se enfadaron mucho, sobre todo porque en 5 años no hubiera tenido la confianza de decírselo.
Para la grabación de Beggars Banquet en 1968 estaba prácticamente expulsado, casi todas las guitarras las puso Keith Richards, solo en algún tema suena el sitar de Jones. Se le recuperó para la grabación del programa televisivo “Rock and roll Circus” donde se le ve con los ojos llorosos y apartado de los compañeros; para el tema “Sympathy for the Devil” le asignaron unas maracas que toca resignado, casi llorando, mientras Keith hace todos los punteos de guitarra.
Al final Hubo una reconciliación para la grabación de “Let it bleed” en 1969, pero la herida era demasiado profunda y encima Keith le birló la novia, así que abandonó el grupo. Y un mes después, la depresión y el alcohol terminaron con él ahogado en su piscina.
A Keith Richards no le hubiera importado hacerse cargo de todas las guitarras, pero comprendieron que el grupo más guitarrero del momento no podía presentarse en directo con una sola guitarra. Le ofrecieron el puesto a Eric Clapton, que declinó la oferta y les presentó al joven Mick Taylor, gran guitarrista de blues, que sustituyó a Clapton en los Bluesbreakers de John Mayall.
El estilo de Taylor es inconfundible, está basado en el slide (cuello de botella) lo que le da una gran suavidad a todos sus punteos y contrasta con ese tañido tosco tan característico de Jones y Richards.
Let it bleed se terminó de grabar con dos temas tocados por Jones, dos por Taylor (“Live with me” y “Country honk”) y el resto por Richards.
Fue en el álbum de 1971 “Sticky fingers” donde se integró completamente en la banda y su influencia se aprecia claramente en el segundo tema “Sway” por el preciosista y largo solo de guitarra con colchones orquestales.
El sonido de Rolling se caracterizaba por punteos poco importantes que a menudo se mezclaban con las estrofas cantadas, para Richards era más importante el riff que el solo, con Taylor se fue estableciendo la rutina de darle importancia al solo de guitarra, durante su ejecución cambiaba levemente el ritmo de la canción y se incluían barrocos pianos y orquestaciones. Parecía que el tema se elevara en ese momento. A Richards, no le convencía el asunto, decía que el grupo se estaba “asantanando”, en referencia a Carlos Santana, Pero a Jagger siempre le gustaba absorber los estilos del momento y estaban en la época del rock progresivo.
Otros de los temas de “Sticky fingers” donde Taylor introduce largos solos de guitarra es “Can´t you hear me knocking” donde hace duetos con solos de saxofón.
El último tema de este gran disco, la maravillosa balada “Moonligts mile” fue una idea de Taylor, que aunque hilvanó varias melodías de Richards, no le fue reconocido en los créditos, cosa que le mosqueó.
En el doble álbum de 1972 “Exile on main street” se volvió al ortodoxo sonido Rolling con mucho rock and roll y mucho blues. No hubo espacio para sus largos y preciosistas solos de guitarra. Paradójicamente figuró en los créditos de un tema “Ventilator blues” de donde se supone compuso el riff de inicio.
En el disco de 1973 “Goats heat soup” Mick Taylor tuvo un desengaño importante con el asunto de los créditos de autor “Winter”; una de la más maravillosas baladas del grupo, donde con gran melancolía se describe la sensación de la soledad del invierno, es exclusivamente suya con letra de Jagger, y se editó con el consabido Jagger / Richards, por lo que sintió que se le estaba estafando.
La convivencia de Taylor con el resto del grupo se iba deteriorando por los asuntos de los derechos de autor. Además se aburría sin las largas giras que hacía con John Mayall. Las giras de Rolling Stones se habían convertido en grandes acontecimientos que se solían hacer cada dos años y entre grabación y gira tenía demasiado tiempo ocioso, en el que además le veía las orejas al lobo de la heroína. No se sentía a gusto perteneciendo al grupo más puntero del momento.
Aún así aguantó hasta casi el final de la grabación de “It´s only rock and roll” en 1974 donde toco en 7 de los 10 temas del disco.
Fue sustituido por Ronnie Wood, un guitarrista procedente del grupo mod "The Faces", que se adaptaba perfectamente al estilo que Richards quería para su grupo.
Mick Taylor se despide de su etapa Rolling Stones protagonizando uno de los temas más santaneros, “Time waits for no one”, alargando con su solo de guitarra el tema hasta más de 6 minutos y con unos extraordinarios pianos tendiendo hacia el blues latino.
Fue un gran solución para todos, la compenetración Richards / Wood es total, en las grabaciones es imposible saber quien de los dos hace el solo de cada tema, que suelen ir alternando. Y llevaron a la banda a los sonidos negroides que siempre les gustaron, acercándose al reagge, el soul o el funky.
Algo de razón tendría Richards cuando criticaba las veleidades progresivas de Taylor. Uno de los primeros trabajos que hizo después de su abandono de la banda fue enrolarse en la superbanda que juntó Mike Olfields para los directos del “Tubular Bells”.
Posteriormente Mick Taylor ha tenido una tranquila vida de músico de sesión acompañando a grandes figuras internacionales como Bob Dylan y ha grabado algún disco de blues.
Incluso en el aspecto se notó que no era un auténtico Rolling Stones, Mick Taylor en la actualidad, parece el típico jubilado inglés con sobrepeso. Mientras que Roonie Wood luce el mismo aspecto de cadáver viviente que Keith Richards.